lunes, 9 de septiembre de 2019

El pastor y la tejedora

               
            
El pastor y la tejedora


Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo existió un pastor trabajador y bondadoso que vivía en compañía de sus vacas de manera modesta. Un día, mientras pastoreaba a sus animales, se encontró con una diosa, a la cual llamaban “tejedora”, gracias a su habilidad en el telar de brocados. La mujer le informó que deseaba renunciar a su vida en el cielo para forjar una en la tierra
Xi Wang Mu, la reina celestial, se enteró de la osadía de la tejedora, le ordenó volver al palacio. Sin poder para negarse, la joven diosa no tuvo más opción que obedecer pese al dolor de dejar a su familia atrás. El pastor, que no quería renunciar al amor por su esposa, se rehusaba a perderla y siguió sus pasos por el sendero cargando a las dos criaturas que simbolizaban su unión. La reina, viendo imposible separarlos, abrió un río grande ante los dos al que se le conoció como vía láctea.Desde entonces, cada séptimo día del séptimo mes del calendario chino, miles de aves de todo el mundo se reúnen para tender un puente que reúna a la tejedora con su familia. Es el día en que la sociedad china festeja al amor, dando y recibiendo regalos de sus seres amados.Según cuenta la historia, que si ese día te sientas bajo los racimos de uva y prestas atención, podrás escuchar las palabras de amor de aquellos que se han reencontrado sobre el puente de aves.

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